lunes, 10 de septiembre de 2012

La Motilla del Azuer: gran representante del Bronce Manchego.

Las motillas son unos asentamientos de la Edad del Bronce (2450-1540 a.C.) formados por varios círculos concéntricos de intrincadas murallas que dan lugar a auténticas fortalezas. Son característicos de la Cultura del Bronce Manchego que se desarrolló en la zona de Albacete y Ciudad Real, en contacto con otras culturas más conocidas como la de El Argar y la del Bronce Valenciano

De las motillas descubiertas hasta ahora -al menos 30 en toda la Comunidad de Castilla-La Mancha-, la Motilla del Azuer, situada en las inmediaciones de Daimiel (Ciudad Real), es la más conocida dada la profusión de estudios arqueológicos que en ella se han realizado, y que llegan hasta la actualidad. 

Vista del yacimiento de Motilla del Azuer.


Las motillas comenzaron a llamar la atención de los arqueólogos a finales del siglo XIX, y se creyó que eran monumentos funerarios concéntricos que habían dado lugar a estos túmulos que protagonizaban el paisaje manchego. Los estudios realizados a lo largo del siglo XX descartaron la hipótesis de que se tratara de tumbas monumentales y demostraron que son grandes fortalezas dedicadas a la protección de los recursos naturales más importantes para estas sociedades. 

Todos los yacimientos del Bronce de la Mancha se encuentran donde hay buenas tierras y donde son favorables las condiciones defensivas. Su economía fue fundamentalmente agrícola y ganadera, siendo las motillas centros de grandes zonas de pasto y de cultivo, sin embargo, el protagonismo del comercio también fue importante, con contactos con el resto de pueblos de la Península y del norte de África. 

Según ha sido estudiado, durante la Edad del Bronce se produjo un importante periodo de sequía que afectó con especial contundencia al centro de la Península. En tales circunstancias el control del agua resultaba fundamental. En el centro de la Motilla del Azuer encontramos "una estructura hidráulica que ocupa el interior del patio, en forma de embudo y con sucesivas plataformas y paramentos de mampostería que van reduciendo progresivamente su superficie y facilitando su aproximación al agua". Es decir, la Motilla del Azuer era realmente una fortificación para la defensa de un gran pozo que permitía el desarrollo de las actividades agrícolas y ganaderas que se llevaban a cabo en la zona. 


Vista del pozo lleno de agua de la Motilla del Azuer.
Reconstrucción virtual de una motilla.


Planimetría esquemática de la Motilla del Azuer.


En este tipo de fortalezas se protegían los recursos naturales como el agua, pero también se almacenaban los excedentes de grano y se fabricaban cerámicas a gran escala. Fueron los grandes centros económicos de la época y se convirtieron así en suculentos objetivos de conquista, por lo que era indispensable la fuerte defensa proporcionada por los altos muros. 

Su monumental disposición formando círculos de muralla concéntricos en torno a una alta torre es única en la Edad del Bronce de toda la Península y nos demuestra la importancia de la ocupación de la Mancha desde nuestra Prehistoria Reciente. Las murallas de este tipo de construcciones constituyen las más antiguas fortificaciones de Castilla-La Mancha.

En torno a estos centros, como no podía ser de otro modo, se han encontrado viviendas que han llevado a suponer una organización más jerarquizada de lo que en ocasiones se creía, teniendo quizás el jefe del poblado su vivienda en el interior de la fortaleza, quizás en la torre, y siendo reservadas las viviendas exteriores para los campesinos y trabajadores.


Vista aérea del yacimiento de la Motilla del Azuer.


Vista del pozo de la Motilla del Azuer.





Bajo algunas viviendas de la Motilla del Azuer han sido hallados enterramientos como este, que dejan constancia de los ritos funerarios de la Cultura del Bronce Manchego.

El Yacimiento en la Actualidad

Tras el inicio de las excavaciones en los años 70, la Motilla del Azuer se situó como uno de los principales yacimientos del Bronce Manchego encontrados hasta entonces y los trabajos arqueológicos se han sucedido en el tiempo hasta hoy mismo, cuando prosiguen los trabajos a cargo de la Universidad de Granada. 

Hace pocos meses, en Julio, se ha propuesto una cesión del uso cultural y turístico de la Motilla del Azuer para que el Ayuntamiento de Daimiel pueda hacerse cargo del yacimiento como "punto de interés cultural y su posible aprovechamiento turístico en las condiciones en las que autorice Patrimonio". 

Esta búsqueda de la puesta en valor del yacimiento es vista con buenos ojos por los arqueólogos y los habitantes de la zona siempre que sea llevada a cabo con corrección y eficacia y sirva para situar el yacimiento a la altura de los Parques Arqueológicos de la Comunidad, que hoy en día se encuentran también en fase de reestructuración. 

Trabajos arqueológicos en la Motilla del Azuer




Pablo Aparicio Resco
@ArcheoPablo


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